Tolerancia cero de alcohol para manejar: ¿es obligatorio para las Provincias aplicar la ley nacional?

El proyecto entrará en vigencia cuando lo promulgue el Poder Ejecutivo. Las sanciones las define cada jurisdicción.

La ley de tolerancia cero de alcohol para manejar, que el Senado convirtió en ley el jueves, tendrá vigencia en rutas nacionales de todo el país. Pero será cada una de las Provincias las que decidirán si adhieren y las que implementen el esquema de sanciones.

En realidad se trata de la modificación a la ley 24.449, que suma un artículo que baja a cero el límite actual, que es de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre, para conductores de vehículos particulares.

Ahora que el proyecto elaborado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y el Sedronar fue sancionado por ambas cámaras del Congreso, el paso siguiente es la promulgación del Presidente para que la ley comience a aplicarse

Una vez que esto suceda, la tolerancia cero regirá en todas las rutas nacionales el país. Es decir, más allá de que la provincia correspondiente adhiera o no a la normativa, si un conductor que circula por una ruta nacional es sometido a un control y da positivo, será sancionado.

Según Pablo Martínez Carignano, director de la ANSV, a mitad de año habrá «un país que no tendrá diversas normas para un tema que tanto nos afecta, como lo es el alcohol al volante». El funcionario, uno de los principales impulsores de la ley cree que la mayoría de las provincias se irán sumando, y agregó: «No es razonable un país que sea una sumatoria de islas. Esta ley da la chance de que haya una regulación homogénea. Donde hay cero tolerancia hay menos siniestros, menos muertos y menos heridos que reducen las afectaciones al sistema de salud».

Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Río Negro, Salta, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Tucumán ya tienen tolerancia cero. La provincia de Buenos Aires aprobó su propia ley en diciembre del año pasado. Y la norma también rige en ciudades como Mar del Plata, Neuquén, Ushuaia, Río Grande, Posadas, Rosario, Moreno y otros municipios.

​Hay once provincias en las que no se aplica la tolerancia cero. Uno de de ellos es la Ciudad de Buenos Aires. Y hasta ahora, las fuentes consultadas sostienen que la Capital no tiene previsto adherirse a la nueva ley nacional. 

Los funcionarios porteños sostienen que el año pasado modificaron el Código de Tránsito y endurecieron las sanciones a los conductores que superan los límites previstos.

Así que todo parece indicar que se mantendrá el Código de Tránsito local, que estipula que los límites de alcohol en sangre para conducir son 0,5 gr/l en conductores de vehículos particulares; 0,2 gr/l en conductores de motos y 0,5 en los acompañantes (también se les realiza el control porque pueden desestabilizar la moto en la que circulan).

Sí se aplica la tolerancia cero en conductores principiantes y profesionales (taxis, colectivos y camiones).

«Celebramos que se ponga en el debate público y se visibilice el alcohol al volante porque es una problemática muy grave y 100% evitable desde la concientización, la responsabilidad colectiva y el control», dijeron, ante la consulta de Clarín, fuentes del Gobierno porteño.

Y respecto de la decisión de mantener la legislación actual, afirmaron: «El límite cercano a cero (es 0,5), recomendado por OMS, es efectivo para un distrito como la Ciudad: controles diarios, pequeña superficie, alta densidad. Desde el punto de vista operativo, la práctica de más de 370.000 controles al año nos permite no perder recursos administrativos con falsos positivos (por sustancias como por ejemplo enjuagues bucales u otros) y enfocarlos en aquellos conductores o conductoras que tienen sus capacidades de manejo afectada».

«Es necesaria una política que disocie el alcohol de la conducción. Para esto debe tomarse una decisión y no pensar que puede afectar a la gastronomía», dice Martínez Carignano en referencia a la postura de provincias como Mendoza, por la industria vitivinícola, o distritos con gran actividad gastronómica, que no adherirán a la ley. Al respecto, el funcionario agregó: «Esta no es una ley seca. En Rosario y Mar del Plata, que ya tienen tolerancia cero, no bajó el consumo en los bares y sí la incidencia del alcohol en los siniestros viales».

Según los datos oficiales de la Ciudad de Buenos Aires, los casos positivos se mantienen en el rango del 1,6 por ciento. Se cuentan los que dan por encima del 0,5 que funciona como límite. En los controles callejeros, que según las estadísticas oficiales vienen en aumento, los conductores primero deben soplar en un alómetro que detecta la presencia de alcohol. Si se enciende la luz roja, se hace el test con el alcoholímetro, que detecta el dosaje en sangre.

Quienes superan el 0,5 pueden perder la licencia entre dos meses y dos años. Y las penas aumentan si es mayor el dosaje de alcohol. Por otro lado, las multas arrancan en $ 10.292 y pueden superar los $ 150.000. Para recuperar el registro deben hacer cursos de educación vial, y los casos más graves tienen que asistir a charlas con familiares de víctimas de tránsito.

En la Provincia, por su parte, la ley contempla hasta 18 meses de retención del carnet de conductor, realización de cursos de concientización sobre los riesgos viales de manejar alcoholizado y multas que pueden llegar hasta los $ 180 mil pesos.

Fuente: Clarín